Esa mañana del 10 de abril de 1012 el puerto de Southampton, era un hervidero de gente , los automoviles hiban llegando con sus refulgentes cromados, de ellos descendian , pasajeros, alegres y felices, ante ellos anclado en las aguas del Atlantico, se hallaba aquel bello monstruo de acero, aquel, enorme transatlantico, el mas grande mundo.
El Titanic estaba ahi para lllevarles al puerto de New York.
Yo con mis mejores ropas siempre de color malva, me mezcle con esa alborozada gente y asi me hice a la mar en un viaje alucinante, que pocos imaginabamos en lo que hiba a terminar este reocorrido por el Atlantico Norte.
Durantes las primeras horas, ya en alta mar, no quise ser visible a los ojos de los vivos, y asi pasee mi espiritu por aquellos inmensos salones con lamparas de mil cuentas de cristal que brillaban en aquellos altos techos artesonados. Camarotes enormes y lujosos con toda clase de comodidades. Egregias escalinatas, paredes con bellas pinturas, columnas barrocas separando estancias, pasillos interminables, enmoquetados en un rojo burdeos.
La gente emanaba , alegria felicidad , sorpresa era casi contagioso, al ver ese ambiente decidi hacerme corporea de nuevo, no habia motivo para temer ninguna reaccion de nadie, todos estaban tan emocionados que casi flotaban, dentro de sus bellos trajes, con joyas, alucinantes y asi baje hacia uno de los salones, al fondo habia un fantastico buffet, servido por camareros, de una elegancia sin par, tome una taza de té, he de aclarar que me es imposible comer o beber, pero adoro el aroma y calor de una taza de buen té, de alguna manera me hacia sentir viva, aunque no lo estuviera.
Las horas pasaban, eran momentos llenos de alborozo y algaravia, los sonidos de la musica llegaban del Gran salon de baile y el aroma de los apeitiiosos agapes llenaba el ambiente.
Aquella enorme maquina, que funcionaba como un enorme reloj surcaba el Atalantico Norte, su engranaje cumplia su cometido y todo estaba en su sitio...
Pero de pronto sucedio, la gente apenas se dio cuenta, yo lo supe al momento, un golpe seco hirio de muerte al indestructible Titanic, un enorme iceberg sago su vientre, al principio solo la tripulacion estuvo al corriente de lo que sucedia. La gente seguia bailando y gozando lejos de malos presagios, con sus copas de Champagne en alto...
Un movimiento brusco , hizo que todo ese mundo feliz, se evaporara y el gran Titanic empezara a inclinarse la historia ya estaba escrita y los destinos de aquellas gentes se vieron envueltos por un gran velo negro...
El horror lleno el barco en pocos minutos la gente gritaba, corria, pisoteaba se desmayaba...la vision era dantesca y decidi cambiar de aspecto y volver a ser un triste fantasma, para que mi cuerpo no fuera un obstaculo mas, salí a cubierta, si en el interior del buque reinaba el miedo, el terror, en esa zona era la desesperacion, el llanto lo que llenaba la negra noche , tras apenas cinco dias de viaje.
No pude quedarme, recordar que yo solo tenia 12 años cuando deje este mundo y aunque llevaba casi un siglo trotando por el mundo como espiritu errante, seguia siendo una niña y tanto horror me sobrecojia, sentia tanta impotencia frente a lo que estaba ocurriendo...
Asi me aleje, del lugar, aun desde muy lejos podia oir los gritos y los llantos de aquellos desgraciados que habian iniciado un bello viaje, con destino al puerto de New York.
El Titanic se hundio la madrugada del 15 de abril de 1912, su viaje apenas duro 5 dias.
