Añorando...

Añorando ese tibio calor del Sol, que lleva justo con la primavera. Lo cierto es que yo al haber nacido en Londres apenas habia disfrutado del autentico calor del Sol.
Pero siempre recordare aquel viaje con papa a la Toscana, con aquellos paisajes que parecian salidos de bellas pinturas.
Recuerdo una casa solariega de unos amigos, en los que disfrute de toda una estacion primaveral, papa con sus negocios y yo tumbada la mayor parte al sol en aquel porche, leyendo o corretean por aquellos montes dulces y tibios, fue una bella primavera acaba de cumplir 12 años, que poco imaginaba que esa iva a ser mi ultima primavera, y que ese sol que calentaba mi rostro ya nunca volveria a hacerlo.
Porque despues solo hubo frio, un frio intenso que nunca ha cesado.
Por esa razon cuando despunta la primavera, siento añoranza una añoranza que me deprime, y no me deja olvidar mi viejo pasado.

La tristeza de Katryona

Anoche, se acerco Katryona a mi rincon oscuro, donde solo las velas y la penetrante luz de esta pantalla iluminan mi nido. Lo hizo como siempre con esa aurea de un tono malva, que poco a poco, va tomando forma hasta dejar ante mi esa adolescente, que lleva sobre sus pequeños hombros tanta y tanta historia.
La conozco tan bien...en cuanto se acerco supe que estaba triste, ella no suele estar muy alegre, pero aveces aparece con una media sonrisa y me habla de juegos del pasado en el que, habia risas y diversion, esos momentos la llenan de felicidad, esos recuerdos son tan bellos... Pero anoche no quiso hablar de juegos, ni de risas. Anoche estaba extraña, no me hablo de su pasado, ni de tantas historias vividas. Sus palabras sonaban morticinas, apagadas, habia tenido una vision, no sabia bien, bien que habia tras ella, pero le hacia daño el recordarla.
Me dijo , que simplemente vio ante ella una calle bulliciosa en la que un grupo muy numeroso de niños, gritaban y reian, llevaban todos unas gorritas rojas , que lanzaban al viento y recojian con algarabia, sus rostros brillaban de felicidad...pero de repente la calle se transformo en un desertico paramo, la luz del Sol habia dado paso a una espesa niebla, que todo lo cubria. Los niños hecharon sus gorritas al viento y estas ya no volvieron.En sus rostros se dibujo una mueca de dolor...despues, solo SE oyeron llantos...
La vision termino ahi, segun me conto Katryona, y desde ese momento, ya no pudo descansar, asi desolada, perdida llego a mi.
Lo cierto es que intente consolarla, pero mis conocimientos sobre esos temas son tan pobres. Amenudo le dije a mi joven amiga, que yo tambien tenia esas visiones, pero que nunca habia sabido si pertenecian al pasado, o a un futuro...pero eso si costaba mucho olvidarlas y frecuentemente te dejaban una extraña sensacion, que tardaba ,mucho en desaparecer.
Katryona me miro con sus grandes ojos, empañados en lagrimas, yo no habia sabido curar su dolor pero se quedo ahi junto a mi, y mirando atraves de la ventana dejo que la oscura noche la sumiera en un sueño reparador...
Absorta me puse entonces a transcribir estas lineas, cuando termine la pequeña Katryona, se habia evaporado, dejando ese aroma de Lavanda que tanto me gusta, impregnado en mi rincon...